Maricel es artesana y pintora. Tiene 40 años, sufre de parálisis cerebral, pero eso no ha sido un impedimento para que se desarrolle como artista. Participa desde el año 2012 en el taller inclusivo de Pintura en óleo de Vitaintegración, a cargo del profesor Gonzalo Orellana, uno de sus mentores, ya que se conocen desde hace 12 años. “Aquí hemos tenido el privilegio de ver cómo utiliza su enorme talento para realizar maravillosas obras”, dice él.

Ella empezó a pintar a los 11 años, durante la enseñanza básica. Los profesores de artes plásticas fueron los que la iniciaron en el arte de la pintura, en el colegio San Pablo Misionero. Nos cuenta que lo que la motivó a pintar fueron “los colores, que podía comunicarse a través de las manchas, dando forma a figuras llegando a la perfección, y en eso encontrando la alegría de vivir, junto a la belleza de la naturaleza”.

Las primeras técnicas que aprendió fueron lápices de cera y colores, luego acuarelas, témperas y pintura acrílica, para finalmente aprender la técnica del lápiz pastel y el óleo, que son las que más disfruta. Cuenta que lo que más le gusta retratar es “la figura humana y caritas de animales, porque me comunican algo. La naturaleza muerta o los paisajes no me gustan tanto por lo difícil que es darle profundidad y comunicarse con la obra”, confiesa. Otras técnicas que le gustaría aprender son el dibujo en blanco y negro: el trabajo de luz y sombra.

A pesar de su edad, Maricel ya ha realizado muchas exposiciones y muestras en diversos lugares, tales como el hall de la Municipalidad de Las Condes, la Universidad de Los Andes, el Instituto San Pablo Misionero, Balmaceda 1215, la Casa de la Cultura de Santiago, Matucana 100, Estadio Italiano, Vita Vecino, Plaza Brasil, la Universidad Andrés Bello, por nombrar algunos. “En la Municipalidad la gente me hacía preguntas sobre mis obras, me tomaban fotos y me pedía autógrafos. Yo me sentía famosa”, cuenta.
Gracias a todo su trabajo ha ganado varios premios. Por ejemplo, obtuvo el 1° lugar en cuatro ocasiones en el Concurso de Pintura de la Municipalidad de Las Condes. Se ha llevado no sólo premios en dinero, sino que también medallas, diplomas y galvanos.

Cuenta que sus cuadros los expone en su casa y trata de venderlos, “aunque a veces sin resultados”. Para ella, la pintura y el arte, son un remedio para el alma, me ayuda a comunicarme con la gente y me hace soñar”, asegura.